Amón (Amun, en inglés) «El oculto», símbolo del poder creador y «Padre de todos los vientos» en la mitología egipcia.
Amón, helenización del nombre egipcio imn cuya general transliteración es Imen . Originalmente una deidad tebana, cuyo culto se popularizó cuando la ciudad de Tebas pasó a ser una de las más influyentes de Egipto, tras la expulsión de los hicsos a manos de los príncipes tebanos que darían origen a la Dinastía XVII.
Nombre egipcio: Amen o Imen. Nombre griego: Amón. Deidad griega: Zeus.
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Fue representado como un hombre de piel negra o azul, o en forma de animal, con cabeza de carnero. En cualquiera de las dos representaciones anteriores lleva sobre su cabeza un tocado compuesto por dos plumas, divididas en secciones, y un disco solar en la base (Amón-Ra). Podía llevar centro uas y anj.
En los Textos de las Piramides se le consideraba una deidad del aire, pero más tarde se le asoció a Ra, dios de Heliópolis, divinidad Solar, bajo el nombre de Amón-Ra convirtiéndose en la principal divinidad de la religión egipcia, y cuyo nombre llevaron varios faraones en su titulatura.
Se encuentra la primera mención conocida del dios en los Textos de las Pirámides del Imperio Antiguo, ganando importancia hacia el final del Primer Periódico Intermedio, en Tebas.
Durante la dinastía XII del Imperio Medio (c. 2000 - 1800 a. C.), cobra gran importancia en Tebas, donde se le erigió el denominado templo de Karnak.
A comienzos del Imperio Nuevo fue considerado el dios dinástico, por la devoción que le profesaban los faraones tebanos, eclipsando el predominio del dios guerrero Montu, otra divinidad venerada en Tebas. La guerra contra los hicsos llevada a cabo por los príncipes tebanos de la dinastía XVII provocaría también el encumbramiento del dios de la ciudad a máxima divinidad del panteón egipcio, una vez lograda la victoria con la liberación y reunificación del país.
Los sacerdotes de Amón se convirtieron en el sector más influyente de la sociedad egipcia durante el Imperio Nuevo, llegando incluso a enfrentarse al denominado "faraón herético" Amenothep IV (Ajenatón). En esta época comenzó su síntesis con el antiguo dios Ra, bajo la denominación “Amón-Ra”.
En el Periódico tardío de Egipto adquirió un carácter más universal, siendo conocido por el nombre griego de Amón-Ra-sonter "Amón-Ra, rey de los dioses".
Amón representa un conjunto de conceptos abstractos asociados al aire, pues se encuentra en todo lugar y en todo momento, de ahí procede el título de "el oculto", ya que no podía verse, pero sí sentirse, y era el que atendía generosamente las peticiones que el pueblo le hacía llegar mediante súplicas y ofrendas. Amón se encuentra asociado a otros dioses, como a sus esposas Amonet y Mut, y a su hijo Jonsu. En Debod, Dakka y Dendur tenía por compañera a Satis.
Fue denominado "El oculto", "Padre de todos los vientos", "Alma del viento", "El dios único que se convierte en millones", "Aquel que habita en todas las cosas", "Amón-Ra, señor de los tronos de las dos tierras", "El toro de su madre", "El eterno". También recibió títulos en función de los lugares de culto, como Amón de Ne, Amón de Napata, Amón de Pnubs, Amón de Gempatón, "Hijo real de Kush", "Toro del desierto", o "Señor de los oasis"
En el Imperio Antiguo era un dios menor del nomo IV del Alto Egipto, pero durante la dinastía XII fue considerado un importante dios dinástico asimilando paulatinamente a Ra; fue identificándose con los principales dioses, Horus, Ra, Osiris, Montu, que se consideraron manifestaciones de Amón. Tras abolirse la reforma religiosa de Ajenatón, se convirtió en el dios de todo Egipto como Amón-Ra, Amón-Ra-Atum, Amón-Min-Kamutef, o Amón-Ra-sonter "Amón-Ra, rey de los dioses" como dios supremo egipcio.
Su culto principal se centró en Tebas, especialmente en los templos de Karnak y Luxor, donde se organizaban multitudinarias procesiones en honor al dios. El cenit de tales celebraciones ocurría durante dos festividades anuales: La fiesta de Opet y La hermosa fiesta del Valle, en ambas, una barca conteniendo una naos con la imagen del dios, era trasladada en un intinerario procesional por los templos de Luxor y Karnak.
El culto era extremadamente reservado, superponiendo distintas barreras entre el pueblo creyente y la divinidad; opuesto totalmente a los cultos solares de Ra o Atum. Incluso en las salidas de las estatuas del dios, en la barca procesional, su imagen no era nunca exhibida a los profanos, sino que se encontraba oculta por cortinados.
Su imagen era adorada en el interior de los templos, solo accesible a los iniciados con una escala de sacerdotes con distintos grados y en una jerarquía claramente identificada.
El culto de Amón alcanzó principal importancia con la expulsión de los hicsos, lograda a finales de la Dinastía XVII, por los príncipes provenientes originalmente de Uaset (Tebas).
Así, la ciudad de Tebas y el dios Amón estaban íntimamente ligados. En el antiguo Egipto, cada ciudad tenía el dios particular de la región, Ajmin con Min, Tebas con Amón, Menfis dedicada al dios Ptah, Abidos a Osiris, Heliópolis el culto a Ra y una multitud de ciudades y pueblos menores tenían su dios local, a modo de patrono de la ciudad, por ejemplo Buto con la diosa Uadyet simbolizada con un áspid egipcio, visto comúnmente como un atributo real en las coronas de los faraones.
Una característica del panteón egipcio era la costumbre de agrupar a sus dioses en tríadas: normalmente una pareja con un hijo; en Abidos fue el culto a Isis, Osiris y su hijo Horus; en Heliópolis el culto a Shu y Tefnut, con Geb, o Nut; y en la región de Tebas, la pareja divina formada por Amón y su esposa Mut, con su hijo Jonsu.
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